¿Alguna vez han escuchado a su corazón hablar?... o incluso, ¿han escuchado a su corazón ladrar?... quizás puedan decir: "Y ahora, ¿a qué se refiere?"... justo ayer alguien me hizo recordar una pequeña historia, que yo solía narrar... se llamaba "Mis perritos"... pero, mi amigo la llamaba: "La historia de tus perros cagones"... ¡Claro! suena tan absurdo... quizás puedan pensar: "Jajaja, ahora Diego se fumo de la mala"... pero, antes de que comenzar a juzgar, quiero preguntarles algo más... ¿Hubo alguien en tu familia a quien amaste a no dar más?, ¿alguien que solía dibujar una sonrisa en tu rostro, mientras te movía la cola?... ya sea: perro, gato, canario, hamster, etc... todo mundo tuvo a un amigo fiel, ¿no es así?... pero, ¿qué sucedió cuando... murió?... ¿aún lo recuerdas?, ¿aún mantienes esa sonrisa que dejó dibujada en tu rostro?...
Tengo algo que narrar, algo más de lo que te puedes burlar quizás...
Soy un joven de 18 años, un joven que mantiene la sonrisa... que aquella amiga fiel me dibujó... desde los 3 años en mi casa... llego un integrante más a la familia... Samantha... un dulce mascota un perro de raza boxer... una raza, que suelen temerles por como lucen... pero, Samantha fue mi amiga fiel, a ella no le puedo mentir... pero, lo que les quiero contar... no es su vida... sino lo que ella, dejó en mí...
25 de Marzo, 2005... días pasados... Samantha tuvo un accidente, le arrollaron la pata... hasta ese día, Samantha no podía caminar, no podía levantarse... era simplemente un perro en su cama, esperando el momento de morir... cada noche, lloraba sin descanso... cada noche, yo sentía su dolor... cada noche, lloraba sin dormir... cada noche, yo buscaba si alivio... hasta que llego el dichoso día, el "Viernes Santo" y llamándole: "La muerte de Jesucristo"...
Me despierto en la mañana de aquel feriado, solo pensando en llanto de aquella familia... mi madre me dice: "Diego hoy tienes que ir a actuar al colegio"... solo muevo la cabeza, afirmándole a mi madre lo que me dijo... pasaban las horas... Samantha nos veía entrar y salir de cada cuarto... de un lugar a otro... pero, nadie veía a Samantha mover y mover la cabeza... intentando seguirnos para saber que hacíamos... solo podía ver, la tristeza de un bello ser... llega la hora de partir... solo éramos yo y un triste maletín con mi ropa para actuar... pero antes de partir... al cruzar la puerta... derramé una lágrima por aquella amiga... sabiendo que estaba esperando su hora de partir...
El camino al colegio fue una travesía... un constante enfrentamiento de pensamientos... me intentaba convencer... que no valía la pena llorar por un simple can... y lo logré... "Congelé mi corazón"... maté los sentimientos para no poder sentir dolor... me dije a mi mismo: "Esa perra, muere hoy"... ahora, que lo leo... me dí cuenta de lo triste que fue... de lo tonto que fue... simplemente "matar" mi corazón...
Son las 7:30 pm del día Viernes 25 de Marzo... "¡Genial! faltan 2 días para mi cumpleaños"... seguía en el colegio, en el estacionamiento... caminando y caminando... la actuación, ya había terminado... sólo esperaba por la madre de un amigo que iba a hacer el favor de llevarme a casa... puesto que, mi colegio queda lejos de mi hogar... caminando y caminando, acompañado de la cruda y fría noche, junto a su amiga la soledad... caminando y caminando, recordando que en mi hogar, ya debió haber muerte aquel can... caminando y caminando, hasta que encuentro algo curioso... algo, inusual... un par de cascabeles y una pita dorada... en aquel momento no le di significado y me puse a jugar con aquellos cascabeles unidos a aquella pita dorada...
Son las 9:30 pm del día Viernes 25 de Marzo... estoy llegando a la puerta de mi casa con un par de cascabeles en la mano y una mochila en la otra... toco la puerta, como es usual... y mi madre me recibe diciendo: "Samantha te ha esperado antes de morir, te quería ver por última vez, se quiere despedir de ti"... cerré la puerta y caminé por el pasillo... llego donde se encontraba aquel can... solo miro y miro... veo que ya esta cerca su hora... y mi crudo corazón no sentía nada más que cansancio por aquel día agotador... sin importancia seguí y llegué a mi cuarto... dejé a Samantha morir... sin decir "Adiós"... estúpido y crudo corazón... como pudiste ser tan frío y no decirle "Adiós"...
Son las 9:35 pm del día Viernes 25 de Marzo... desde mi cama puedo ver a mi hermana en el pasillo sentada... hablando por teléfono, "Seguro con alguien especial"... y de repente el silencio de la casa es cortado por el llanto de mi hermana... y cuando veo... Samantha ya se había ido a la otra vida esperada... lágrimas caían del rostro de mi hermana... mi madre observó y no contuvo las lágrimas... lágrimas caían del rostro de mi madre... me acerco y me asomo a ver la escena esperada... y me digo a mi mismo: "No llores, es simplemente un can", "No llores, tu corazón no debe sentir nada"... pero, no pude... lloré sin compasión acompañando aquella escena de tal famosa ocasión... lloré y lloré, perdí una amiga fiel... lloré y lloré, perdí a alguien especial... lloré y lloré, descubrí que mi corazón vivo está... tome los cascabeles que tenía en la mano, los pasé por el cuello de Samantha y los volví a levantar... desde aquel día, me di cuenta que mi corazón "vivo está"... y esos cascabeles me lo hacen recordar...
Gracias Samantha, esta es una carta para tí... gracias samantha, esta sonrisa es por ti... gracias amiga, yo te recuerdo hasta el fin...
Son las 7:43 am del día Domingo 03 de Enero... hoy despierto con un ladrido y con el sonido de cascabeles tintineando... gracias Samantha, sé que me estas cuidando... me enseñaste que tengo corazón y que no es tiempo de morir todavía... que no debo matar mi corazón por simple temor al dolor... eso es lo que Samantha me enseñó...
Tengo algo que narrar, algo más de lo que te puedes burlar quizás...
Soy un joven de 18 años, un joven que mantiene la sonrisa... que aquella amiga fiel me dibujó... desde los 3 años en mi casa... llego un integrante más a la familia... Samantha... un dulce mascota un perro de raza boxer... una raza, que suelen temerles por como lucen... pero, Samantha fue mi amiga fiel, a ella no le puedo mentir... pero, lo que les quiero contar... no es su vida... sino lo que ella, dejó en mí...
25 de Marzo, 2005... días pasados... Samantha tuvo un accidente, le arrollaron la pata... hasta ese día, Samantha no podía caminar, no podía levantarse... era simplemente un perro en su cama, esperando el momento de morir... cada noche, lloraba sin descanso... cada noche, yo sentía su dolor... cada noche, lloraba sin dormir... cada noche, yo buscaba si alivio... hasta que llego el dichoso día, el "Viernes Santo" y llamándole: "La muerte de Jesucristo"...
Me despierto en la mañana de aquel feriado, solo pensando en llanto de aquella familia... mi madre me dice: "Diego hoy tienes que ir a actuar al colegio"... solo muevo la cabeza, afirmándole a mi madre lo que me dijo... pasaban las horas... Samantha nos veía entrar y salir de cada cuarto... de un lugar a otro... pero, nadie veía a Samantha mover y mover la cabeza... intentando seguirnos para saber que hacíamos... solo podía ver, la tristeza de un bello ser... llega la hora de partir... solo éramos yo y un triste maletín con mi ropa para actuar... pero antes de partir... al cruzar la puerta... derramé una lágrima por aquella amiga... sabiendo que estaba esperando su hora de partir...
El camino al colegio fue una travesía... un constante enfrentamiento de pensamientos... me intentaba convencer... que no valía la pena llorar por un simple can... y lo logré... "Congelé mi corazón"... maté los sentimientos para no poder sentir dolor... me dije a mi mismo: "Esa perra, muere hoy"... ahora, que lo leo... me dí cuenta de lo triste que fue... de lo tonto que fue... simplemente "matar" mi corazón...
Son las 7:30 pm del día Viernes 25 de Marzo... "¡Genial! faltan 2 días para mi cumpleaños"... seguía en el colegio, en el estacionamiento... caminando y caminando... la actuación, ya había terminado... sólo esperaba por la madre de un amigo que iba a hacer el favor de llevarme a casa... puesto que, mi colegio queda lejos de mi hogar... caminando y caminando, acompañado de la cruda y fría noche, junto a su amiga la soledad... caminando y caminando, recordando que en mi hogar, ya debió haber muerte aquel can... caminando y caminando, hasta que encuentro algo curioso... algo, inusual... un par de cascabeles y una pita dorada... en aquel momento no le di significado y me puse a jugar con aquellos cascabeles unidos a aquella pita dorada...
Son las 9:30 pm del día Viernes 25 de Marzo... estoy llegando a la puerta de mi casa con un par de cascabeles en la mano y una mochila en la otra... toco la puerta, como es usual... y mi madre me recibe diciendo: "Samantha te ha esperado antes de morir, te quería ver por última vez, se quiere despedir de ti"... cerré la puerta y caminé por el pasillo... llego donde se encontraba aquel can... solo miro y miro... veo que ya esta cerca su hora... y mi crudo corazón no sentía nada más que cansancio por aquel día agotador... sin importancia seguí y llegué a mi cuarto... dejé a Samantha morir... sin decir "Adiós"... estúpido y crudo corazón... como pudiste ser tan frío y no decirle "Adiós"...
Son las 9:35 pm del día Viernes 25 de Marzo... desde mi cama puedo ver a mi hermana en el pasillo sentada... hablando por teléfono, "Seguro con alguien especial"... y de repente el silencio de la casa es cortado por el llanto de mi hermana... y cuando veo... Samantha ya se había ido a la otra vida esperada... lágrimas caían del rostro de mi hermana... mi madre observó y no contuvo las lágrimas... lágrimas caían del rostro de mi madre... me acerco y me asomo a ver la escena esperada... y me digo a mi mismo: "No llores, es simplemente un can", "No llores, tu corazón no debe sentir nada"... pero, no pude... lloré sin compasión acompañando aquella escena de tal famosa ocasión... lloré y lloré, perdí una amiga fiel... lloré y lloré, perdí a alguien especial... lloré y lloré, descubrí que mi corazón vivo está... tome los cascabeles que tenía en la mano, los pasé por el cuello de Samantha y los volví a levantar... desde aquel día, me di cuenta que mi corazón "vivo está"... y esos cascabeles me lo hacen recordar...
Gracias Samantha, esta es una carta para tí... gracias samantha, esta sonrisa es por ti... gracias amiga, yo te recuerdo hasta el fin...
Son las 7:43 am del día Domingo 03 de Enero... hoy despierto con un ladrido y con el sonido de cascabeles tintineando... gracias Samantha, sé que me estas cuidando... me enseñaste que tengo corazón y que no es tiempo de morir todavía... que no debo matar mi corazón por simple temor al dolor... eso es lo que Samantha me enseñó...